SACRAMENTO DEL ORDEN SACERDOTAL
Es el sacramento por el cual un hombre es consagrado por Dios, mediante la acción de la Iglesia. Quien recibe esta consagración es constituido sacerdote, lo que significa que es enviado por Dios para servir y orientar a los bautizados, consagrar el cuerpo y la Sangre de Cristo en la Eucaristía y administrar otros sacramentos.
Este sacramento fue instituido por Jesús, (ver fundamentos bíblicos) para hacer ministros que lo hagan siempre presente en su Cuerpo y en su Sangre.
SIGNOS Crisma Oración Consagratoria Imposición de manos |
SUJETO Bautizado con vocación y debida preparación y aprobación del Obispo. |
REQUISITOS Vocación Bto, filosofía y teología Recta intención Madurez afectiva Disposición para el celibato Dispocisión para obedecer. |
MINISTERIO De la palabra (evangelización) De los sacramentos Gobierno y liderazgo espiritual de la comunidad
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MINISTRO El obispo |
ÓRDENES Episcopal (sucesores de los Apóstoles) Presbiteral Diaconal |
EFECTOS Confiere el Espíritu Santo para consagrar ministros, (hombres, no mujeres) para el servicio a Dios y a la Iglesia Católica. |
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FUNDAMENTACIÓN BÍBLICA MATEO 4, 19 - MATEO 18,18-20 LUCAS 22,19 - HECHOS 6,6 JUAN 20, 22 - HEBREOS 8 |
Desde el principio de su ministerio, Cristo eligió algunos hombres para que estuvieran con él y hacerlos partícipes de su misión (MC 3,13-19; JN 20,21); les confirió su misma autoridad, y los envió a proclamar el Reino de Dios y curar a los enfermos (LC 9,2); les constituyó “ministros de una alianza nueva”(2Cor 3,6), “ministros de Dios” (2 Cor 6,4), “servidores de Cristo y dispensadores de los misterios de Dios” (1 Cor 4,1). L a víspera de su muerte les otorgó el ministerio de perpetuar la presencia eficaz de su sacrificio redentor (LC 22,19), y después de su resurrección les comunica su Espíritu Santo para la remisión de los pecados (Jn 20,22). En el momento de su ascensión les confía la misión de bautizar y de anunciar el evangelio hasta los confines de la tierra (MT 28,19). Les prepara un Reino en el que puedan comer y beber de su mesa, y sentarse en un trono a juzgar a las doce tribus de Israel (LC 22,29).